No se puede hablar de emprendimiento e innovación sin mencionar a Shimon Peres. Nacido en Vishneva (entonces Polonia hoy, Bielorrusia) el 2 de agosto de 1923. El año 1934 emigra a la tierra de Israel y desde ese momento en adelante es uno de los protagonistas de la joven nación, el estado de Israel.
El libro “Soñar sin límites” fue escrito el último año de vida de Peres, publicado el 2017 por su familia. <Tu padre es como el viento, nadie puede detenerlo ni frenarlo> le decía Sonia, a sus hijos, que también son los de Peres. De esta forma comienza una pequeña introducción que no presenta la familia sobre la obra que Peres quiso dejar a las próximas generaciones, su historia, su liderazgo y su infinito optimismo.
Shimon Peres fue crucial a puertas cerradas y abiertas de Israel. Su dimensión política y su capacidad de negociación política son reconocidas a nivel mundial. La dimensión de su aporte traspasa lo escrito por sí mismo en este libro.
El invierno pasado leí “Start-up Nation: La Historia Del Milagro Económico de Israel” de Dan Senor & Saul Singer. El libro se focaliza en como una nación joven sin recursos naturales se convierte en la nación de la tecnología y de las Startup. Uno de los personajes relevantes de este camino era el señor Peres. En cuento pude encontrarlo (gracias busca libre) comencé la lectura.
Es cierto que aspiramos a conseguir nuestra antigua tierra. Pero lo que queremos en esa antigua tierra es un nuevo florecimiento del espíritu judío, dice Herzl. Estas palabras serán repetidas y justificadas durante el libro “La paz es un propósito, un objetivo que merece la pena, perseguir la guerra es un acto que surge de una necesidad renuente. Nadie sensato preferiría esta última. En cuanto hubo una posibilidad de paz, la perseguí con todas mis fuerzas.”
¿Quién ha fundado un estado? Y en ¿Oriente medio?. Es innegable pensar que los ojos de Pares, el camino de las armas y la energía nuclear se justificaban para una nación que llevaba dos mil años añorando su tierra.
El liderazgo cautivante de este hombre lo transforma en uno de los fundadores de La nación Startup que nace del sueño de construir sus propios aviones. Después de acompañar durante horas en California a su amigo Al sobrevolando la zona buscando un piloto extraviado, llegaron a la conclusión que Israel debía construir sus propios aviones. Esta locura, catalogada por todos, podría ser el germen de asumir que la única forma de existencia de este pueblo sería, trasgredir permanentemente los límites de la tecnología, de asumir que al no tener nada se tenían a ellos mismos.
En 1959 Israel construyó su primer avión, que sería utilizado en la guerra de los 6 días. Con el tiempo llegarían a hacer realidad la parte más ambiciosa de su plan: construir aviones para exportarlos a todo el mundo; En los últimos años, hasta a Rusia. Décadas después de que, al empezar a manejar su llave inglesa, la industria aeronáutica adoptaría el nombre de “Israel Aerospace industries (IAI)”, para conmemorar la incorporación de los satélites espaciales a su línea de productos. Hoy en día la mayoría de los países necesitan servicios satelitales, mientras que Israel es uno de los pocos que puede poner sus propios satélites en órbita.
Una definición de Liderazgo de Peres
Entendí que para ser un líder hay que tomar una decisión: perseguir grandes sueños y sufrir las consecuencias, o limitar las ambiciones para intentar caer bien. Para mí solo había una opción. No sabía cómo convertirme en otra persona, así que decidí ser yo mismo y servir así a una gran causa. Decidí que los logros eran más importantes que los reconocimientos, la popularidad, las credenciales.
Según nos explica Peres en su libro, construir la paz no se realizaría sin que sus vecinos le temieran. El joven y voluble estado de Israel era azotado una y otra vez y sus armas y su capacidad militar demostrada en el campo de batalla obedecía más a la fuerza de un ideal, en sus primeros años, que a la envergadura de su ejercito. Peres, sabía que eso no duraría y la carrera nuclear era un camino de paz, según sus argumentos. Fue a si como se lanzó en la idea de convencer a las autoridades y de conseguir los recursos que fuesen necesario. El mismo reflexiona: Con el tiempo he aprendido que la innovación es siempre cuesta arriba. Pero es raro que se desplieguen a la vez tantos obstáculos por el camino. No teníamos dinero ni ingenieros, ni apoyo de la Comunidad de física, ni del gabinete, ni los mandos militares, ni de la oposición.
Es interesante la definición de perfil que establece Peres para buscar el director del proyecto de energía nuclear denominado, Dimona, Nos dice: “Necesitaba un director que pudiera confiar una tarea tan delicada. Necesitaban una persona exigente, que rozará la pedantería y que no se diera con facilidad, sobre todo teniendo en cuenta los riesgos asociados al trabajo con radioactividad. Pero también necesitaban que fuera ágil, alguien que estuviera dispuesto a encargarse de un proyecto para el que le faltaría experiencia. La contradictoria combinación de estos dos requisitos reducía las listas de candidatos a una sola persona, Manes Pratt.
La Dimona, aumentaría las ganas de querer destruir a Israel, pero desconfiarían los enemigos de su capacidad para vencerlos. Esta premisa, la ambigüedad, sería tan poderosa que durante los años 70 todos los países árabes suplían sus conocimientos de la carrera armamentista de Israel con pasillos de rumores. Incluso se hablaría de la “política de la ambigüedad” que no confirmaría ni negaría nada a sus vecinos.
Uno de los capítulos más sabrosos del libro es la operación Entebbe que narra él recate de rehenes israelitas en un vuelo Air France que aterrizo en Uganda, los terroristas eran protegidos por Idi Amín, el dictador de ese país. La historia narra la estrategia y sus opciones de rescate, la utilización de recursos y como el liderazgo y las debilidades humanas de los adversarios podrían ser la clave para el rescate. Peres, muestra una vez más que se debe pensar como otros y que el mundo es más que los intereses de aquellos que están en el conflicto, nos dice: Ese verano de 1976 aún estábamos curando las heridas. Grandes imperios habían caído porque sus gentes perdían la confianza en ellos. Grandes países y grandes compañías también. Israel se alimentaba de la ambición de sus gentes, y una crisis de este tipo ponía en juegos nuestro sentido de identidad, así como nuestro futuro estado. < Si al final tenemos que liberar terroristas-escribí una noche en las horas dramáticas que estaban por llegar-, Israel parecerá una marioneta y lo que es peor coma se habrá convertido en una>
1989 la diáspora de judíos rusos A Israel tuvo consecuencias para ambos países. El 2% de la población rusa era judía, sin embargo, el 20% de los ingenieros y el 30% de los médicos que tenía Rusia eran judíos. Esto significó un gran aporte a Israel. Peres define la innovación no solo es una herramienta para resolver problemas, sino un principio generador que requiere una manera de pensar propia. Así que la crisis estaba siempre al pendiente del momento y a la vez miraba el horizonte.
La innovación siempre ha sido parte del pueblo israelita, De hecho, la decisión de seguir adelante a pesar de lo altamente improbable que era tener éxito en la conquista de una tierra propia no es solo una elección, sino que es pura necesidad. Por muy precario que pareciera el destino de Israel, seguía siendo, como siempre, su única esperanza. Plantaron campos y arboladas consiguieron que el desierto se batiera en retirada. Cavaron pozos en la arena. Cuando el suelo no producía nada y había que irse a la cama con hambre, se prometían asimismo que encontrarían una solución. Abrieron un Instituto de Investigación el año 1921 donde estudiaban las semillas, el suelo, la irrigación y el ganado, y donde buscaban maneras de conseguir que la tierra diera cosechas mejores. Sus descubrimientos se ponían en práctica enseguida en los kibutz donde lo mejoraban y lo perfeccionaban. Es así como crearon el riego por goteo, el tomate Cherry y varias otras cosas que actualmente disfrutamos en todo el mundo.
En 1963 todo el mundo hablaba de un ordenador de diseño israelí que utilizaban en el Instituto Weizmann. Este podría ser el inicio de la carrera tecnológica De Israel y de la formación de miles de Startup.
En la década de los 70, Israel tenía una inflación anual que llegaba a los, 400%. Por aquel entonces la economía estaba organizada de forma muy diferente a la de hoy en día. Era un sistema socialista, con un gobierno que participaba en casi todos los aspectos de la vida económica. Creando empresas y era su dueño. Era el árbitro de las políticas económicas y monetarias, y en general diseñaba las exigencias del mercado. Ahora bien, había algunos sectores de economía mixta. Los bancos, por ejemplo, eran de propiedad privada, así como muchas empresas. Crearon el sistema a la medida de Israel, en las empresas de que la economía que construían se basará en valores que compartían, no solo en la oferta y en la demanda. Sin embargo, el comercio se globalizó y las compañías se convirtieron en multinacionales, con lo que aprendieron que su control era limitado. Las acciones que el gobierno había puesto en marcha para proteger a la población del embate de la recesión – aumento de impuestos a las empresas para respaldar los salarios- tenía el efecto contrario. En vez de ayudar a ahuyentar a la bestia, y la alimentaron, crearon una espiral de inflación que arrolló el país. En 1979 la inflación ya había alcanzado el 111%. En una década los cimientos de la economía empezaron a ceder ante la presión, en 1983 la bolsa de Tel Aviv se desplomó y cuatro de los cinco bancos de Israel tuvieron que ser nacionalizados para evitar la quiebra. El sector de la alta tecnología no era completamente inmune a estas fuerzas, pero siguió resistiendo incluso cuando la economía empezó a colapsarse. Eran una industria de vocación exportadora, por lo que sus productos se pagaban en dólares. Sus sociedades no cotizaban en la bolsa de Tel Aviv. Y a pesar del alto precio del petróleo, la industria producía software y hardware miniaturizados, cuyos costos de transporte no eran muy altos. Los productos se enviaban a tiempo y los proyectos de desarrollo se ejecutaban. En los años posteriores, una de las herramientas de venta del sector era recordar a los inversores que, incluso en los tiempos más difíciles ellos siempre habían cumplido.
Peres y los políticos de esa época entendieron que la orientación socialista en la cual se había fundado su nación ya no era viable. Tenían que acercarse al capitalismo, aceptar un planteamiento de economía de mercado y aprender a funcionar con él. La incipiente, pero exitosa industria tecnológica respaldada por extraordinarias universidades e institutos de investigación serian la base de lo que hoy conocemos como la nación Startup.
Él mismo autor plantea que hay que estar en el mañana, Israel hoy no puede viajar a la luna, pero para promover la oportunidad de ser una gran nación había que cambiar el paradigma del viaje del exterior hacia un viaje interior hacia el espacio de los átomos, el descubrimiento de la nanotecnología y la nueva forma de hacer negocios. Así fue como se creó la iniciativa nacional de nanotecnología de Israel (INNI) Que tenía como encargo convertirse en el motor del liderazgo mundial de ese campo.
El autor dedica el último de sus capítulos a la búsqueda de la paz, búsqueda que no está exenta de tropiezos políticos y cuestionamientos tanto en la política internacional como nacional, la paz es necesaria y no es una forma de filantropía, es también una estrategia empresarial que se basa en una lógica económica. El mundo está evolucionando y debe dejar de ser un universo de enemigos y convertirse en un espacio de oportunidades y desafíos. En el pasado el enemigo era un Ejército que amenazaba desde el exterior, pero hoy en día el origen de la violencia es una amenaza interna: la desesperación provocada por la pobreza.
Tener éxito o pasar hambre, era la consigna de Peres. La construcción del Estado de Israel les obligo a ser flexibles, a tener Jutzpá, palabra de origen hebreo y literalmente traducida como <desfachatez> o <impertinencia>, pero se utiliza como sinónimo de <sana inconformidad> y siempre con el común denominador de audacia. Hace varias décadas que los israelíes realizan de manera obligatoria su servicio militar una vez que terminan la educación secundaria. Este espacio es considerado no solo como un servicio a su patria, pues también, se ha transformado en un lugar de encuentro transversal de una sociedad que durante décadas ha tenido un escenario adverso con las miserias que contienen las guerras. Israel, la nación Startup tiene más de 6.000 registradas ala año 2016. Según Google, 9.400 empresas de alta tecnología activas y casi 420 incubadoras y aceleradoras transforman a Israel es el país con más unicornios per cápita a escala global el año 2021.
Esta nación nos ha entregado muchos avances tecnológicos usados mundialmente, como el USB y el GPS, curiosamente este último es la herramienta que usamos para ubicarnos geográficamente en el mapa, o para trasladarnos de un `punto a otro que desconocemos, nuestro nuevo destino. El pueblo de Abraham, no da una lección de perseverancia y liderazgo por medio de Shimon Peres. En tiempos donde los líderes, no todos, buscan en sí mismo las respuestas. Este libro me dio las ganas de querer seguir soñando lo imposible, construir la realidad. ¡Espero que a ti también!
Nicolás Fontaine
8 de julio de 2022
Faro de la Nueva Extremadura