Public Inc.

 

Un hombre que muere rico, muere deshonrado.
Andrew Carnegie

 

En los últimos siglos, la humanidad dio un gran salto: dejó de sobrevivir. El trabajo ya no es una necesidad ineludible para resistir la entropía del entorno y, cada vez más, y de manera acelerada, se ha transformado en una actividad que va dando forma al estilo de vida. Es una de las tantas reflexiones de Tomas Sánchez Valenzuela en su libro Public Inc. de editorial Paidós Empresa.

Hasta agosto del 2019, la Business Roundtable de los Estados Unidos – la principal agrupación empresarial del país- definía la empresa y sus principios que había sido planteadas por Milton Friedman donde la empresa tiene como objetivo “maximizar el valor para los accionistas.” Esta definición fue remplazada y se entiende su que hacer,  las empresas deben balancear los intereses y propósitos de varios grupos los llamados “stakeholders” los cuales son divididos en cinco colectivos.

 

Después de la ilustración y la revolución industrial entramos en un nuevo ciclo de consumo. En la primera década de este siglo los computadores se conectaron entre sí pudiendo intercambiar y procesar información sin necesitar la intervención humana, la puerta de entrada a la digitalización era un hecho y junto con eso el cambio de era se asomaba. Por primera vez en toda la historia de la humanidad el significado clásico de la comunicación se pone en jaque, el emisor y receptor pueden operar sin la intervención humana.

No podemos dejar el desarrollo futuro de nuestra sociedad a la suerte de los vaivenes tecnológicos, políticos, sociales y económicos. Es crucial reconciliar a la empresa con la sociedad, haciendo de la primera una institución más inclusiva y desterrando sus malas prácticas extractivas, la sociedad y la empresa nacen de lo mismo: de la interacción entre personas y sus necesidades de organizar para sobrevivir, nos dice Sánchez.

Las tasas de suicidio han aumentado un 60% en los últimos 45 años según la Organización Mundial de la salud. Cómo ser feliz, está en el top 25 de las búsquedas de Google en el año 2011 manteniéndose en esa posición hasta el 2019.

La empresa actual es protagonista de nuestra sociedad sin embargo no es responsable de los resultados económicos de aquellos que trabajan en ella; la deuda de los hogares chilenos pasó de un 35% en el ingreso disponible en marzo del 2004, al 75% en septiembre del 2019. De ahí la descripción que cita Sánchez de Alberto Mayol  qué dice: “los economistas no han entendido que el equilibrio de lo material se da en la esfera moral”

Esta dimensión ética de la empresa se plasma en el respeto a la ley, en tiempos de pandemia los usuarios esperan que las empresas sean sensibles y eleven su nivel de empatía, el cumplimiento de la ley es el desde hoy. Para esto Sánchez nos habla de Potlach, una fiesta, un ritual ancestral propio de pueblos indígenas en el Occidente de América del Norte. Una vez al año esta celebración la hacen quienes les ha ido mejor durante ese año dando un gran festín para toda la tribu, un acto de ostentación y de redistribución a la vez.

La responsabilidad social corporativa dejó de ser un acto de empatía por parte de la empresa pasando hacer un deber. El “valor compartido corporativo” acuñado por Porter Krammer es el inicio para discutir los criterios de gobernanza, sociales y medioambientales, la empresa moderna es como el barco a vapor 100 años atrás: un dinosaurio con los días contados nos dice Tomás Sánchez, donde concluye que la situación, tanto del país como de la sociedad global, nos está mostrando que para superar los desafíos que la humanidad tiene por delante, el rol público de la empresa está pasando de ser de importante  a inevitable.

La regulación ya no es el rayado de cancha para las empresas, sino que son los valores de la sociedad. Al pasar del ámbito privado al público, entra también a la arena política, por lo tanto,  se mide con una nueva vara.

Public Inc. desmenuza un nuevo paradigma para la empresa de hoy, las utilidades son como la respiración, todos necesitamos respirar para vivir, pero nadie vive para respirar. Pocos días después del inicio de la pandemia la organización internacional de la cooperación pública privada con sede en Suiza sostuvo que el propósito de la empresa es colaborar con todos sus “stakeholders” en la creación de valor compartido y sostenido. Y para despejar dudas complementa: una empresa es algo más que una unidad económica generadora de riqueza. Atiende a las aspiraciones humanas y sociales en el marco del sistema social en su conjunto.

Hoy vivimos una transición similar a la que se dio entre la edad media y el renacimiento, el problema es que muchos aún no se dan cuenta nos dice Sánchez. Dirk Baecker  en su libro Estudios acerca de la próxima sociedad nos dice:  “La sociedad moderna basada en la teoría de la permutación del Management donde todo al volverse móvil sé vuelve medible y la estilización de los mercados nos hace agregar la especulación como un nuevo elemento”

Interesante es el desarrollo del concepto “destrucción creativa”. Sánchez describe el nacimiento y desarrollo de las empresas tecnológicas en el mercado,  pues el acomodo de la empresa moderna tiene directa relación con la proliferación de  startup a nivel global.

Nos cuesta creer que las empresas contemporáneas son herederas desde las encomiendas de Venecia en los inicios del Renacimiento hasta la invención de la sociedad por acciones por la empresa holandesas. La difuminación o bien el desdibujado que está la empresa y la sociedad actual da espacio para la creación de nuevos modelos como  Uber o Netflix donde  aparecen conflictos de estructura y responsabilidad corporativa  ya vividos de alguna manera anteriormente.  El caso de Netflix y su ausencia de reglas laborales expuestas en su libro – Aquí, no hay reglas-  de su fundador Reed Hastings

La electrificación de la empresa comenzó con la instalación de generadores que alimentaban la red interna de la organización, tiempo después se entendió que no era necesario ser dueño de la fuente de poder de energía síno tener acceso a ella. Es así cómo comenzó la electrificación masiva que nos lleva  al pago por servicio y uso.  El iCloud tiene este mismo principio, donde se entiende que el acceso a la información y el uso inmediato de esta es el centro, ya que el almacenamiento y el traslado de la información es otro negocio. Esta comparación es equivalente a la relación que comienza a tomar fuerza entre el empleador y el empleado transformándose este último más en un emprendedor donde la demanda y el desempeño son el centro del trabajo. Esto nos hace pensar que la crisis del modelo tiene como epicentro los limites y las definiciones de lo público y lo privado. Tomás Sánchez circunvala esta idea permanentemente durante todo su libro.

Las nuevas formas de trabajo se desprenden de tecnologías que evolucionan a pasos agigantados, hoy son usadas para rediseñar organizaciones para habilitar procesos productivos generar valor mejorar la logística segmentar entre otras. Sin embargo, estas nuevas tecnologías no necesariamente son inclusivas, ya que ellas mismas mejoran con inteligencia artificial poniendo en jaque la velocidad humana y con esto asoman secuelas como enfermedades mentales. La superación de lo análogo no puede ser entendido cómo una meta  a cumplir en todos los aspectos de la vida profesional, la confianza  forjada desde la empatía es un elemento esencial para la construcción de una organización, el cómo opera y es una empresa es cada vez más importante. Al final son los clientes los que juzgan el comportamiento de una organización que está cada vez más expuesta a su vida privada. Nuestra realidad conceptual también comienza a cambiar del paradigma en la relación profesional. No son las partes las que constituyen algo, sino que es el diseño y la relación que se tiene entre ellas. La nueva empresa será el diseño de la red de personas sin importar su ubicación física.  Es así como el equilibrio del mercado laboral será visto de manera más global, el vivir en un lugar y trabajar a miles de kilómetros comienza a ser una realidad.

El autor desarrolla en su ensayo la búsqueda del equilibrio del mercado laboral y la amortización del poder, nos dice  “La igualdad de impuestos para personas y empresas, donde ambas puedan declarar gastos que disminuyan su carga imponible, simplificaría de forma importante la legislación y, simultáneamente, la fiscalización.  Pero a su vez, sería importante alienar los incentivos de las personas con las empresas, ya que en un mundo donde los roles y propiedades están cada vez más entrelazados, los conflictos de interés serán la norma, y la transparencia el gran aliado”

La agilidad de las startups no radica en la intención de innovar sí no en la capacidad de poder hacerlo. La mentalidad de los  emprendedores está al servicio primero de la observación luego de la hipótesis él testeó del aprendizaje y rediseño del producto. Eric Ries autor de Lean Startup es creador de este método de trabajo de ensayo y error, metodología que tiene similitudes con la creación colectiva del teatro latinoamericano de la década de los 60. Las startups basan su poder de determinación en su agilidad y flexibilidad, la atracción del talento es factible por lo dúctiles que son. El arte en su conjunto, pero sobre todo las disciplinas colectivas tanto en la ejecución como en la autoría, en especial las artes escénicas, tienen mucho quiere decir en estas empresas  disruptivas del mercado.

No nos olvidemos que las pequeñas empresas son actualmente las que están resolviendo los problemas de la población y quienes emplean al 60% de ellas. Definitivamente son cada vez más relevantes para la sociedad y,  con los mejores talentos, el futuro es de ellas nos dice el autor.

La democratización de la Universidad o más bien el aumento de matrícula creada por la proliferación de  sedes que cubren incuso a varios países, está  lejos de la percepción de la Universidad clásica orientada a la investigación,  también está atrasada según Sánchez Valenzuela. Metodologías ágiles tan necesarias hoy no son precisamente un curso extendido por todas las facultades de negocio diseño o ingeniería cuando los costos de dictarlos son realmente mínimos, nos dice.

Probablemente muchos consideren que es el fin del capitalismo, pero para Sánchez posiblemente se trata de una nueva versión de este. El “incentivo” término tan usado en la empresa es visto para Sánchez  como un elemento tanto de la economía y de la psicología, pues la fusión de la vida privada y el trabajo comienza a ser real en nuevas generaciones. Hoy son los emprendedores los que están soñando y creando los desafíos de este modelo, es el nuevo héroe de esta época. El capitalismo colaborativo comienza a hacer la norma entre las Startups. Los sistemas de organizaciones cerradas dan paso a espacios abiertos de colaboración es el prototipo de una empresa que no está definida por la suma de sus partes sino por la relación entre diferentes roles y por las personas que ocupan esas posiciones, siendo absolutamente cognitivas con sistemas abiertos como Uber, Al punto no que ya se integra  el concepto de modelos de uberización.

Según la consultora Mercer 2 de cada 3 gerentes de recursos humanos (2020) no conocía los objetivos que debían cumplir los trabajadores de la empresa en que ellos operaban, sin duda que la falta de productividad expuesta por Tomás Sánchez en las tendencias y desafíos que se tienen hoy ponen a Chile como un país que durante los años 90 se jactaba de ser el Jaguar de Latinoamérica, sin embargo ha visto cómo su productividad  ha aumentado menos de un 1% en 25 años.  El desconocimiento de los trabajadores y ejecutivos sobre el lugar donde quiere llegar la empresa se transforma en una crisis silenciosa como dice el autor, en ese sentido el autor nos recomienda las lecturas de Maturana y Varela y del sociólogo alemán Niklas Luhmman.

Tanto la desigualdad como la concentración económica es abordada con datos y reflexión, dando paso a una relación antagónica entre la empresa y la sociedad. La falta de visión del mundo empresarial es asombrosa, no hace mucho, el año 2004 Google salto a la bolsa y revolucionó la forma de relacionarnos y trabajar, el año 2009 las redes sociales pusieron a Barack Obama como presidente de los Estados Unidos, el año 2015 teníamos tanto Smartphone cómo seres humanos y el 2017 novecientos millones de personas tenían conectividad inalámbrica a internet en sus dispositivos personales. Cuesta creer que algunas empresas no cambien cuando el mundo ya lo hizo.

Con más de un centenar de notas bibliográficas y decenas de libros citados Tomás Sánchez Valenzuela complementa y rescribe lo que fue y lo que es la empresa hoy, busca de manera muy sistémica, conceptos que escriban el valor la organización la estrategia el diseño el mercado y tantos otros que teje  en un libro que se adelanta a su tiempo. Sánchez entiende que la empresa del futuro más allá de su definición tecnológica ocupa un rol vital en el desarrollo humano político y social. Public inc. es un libro lúcido con un autor qué entiende la sociedad desde un cenital, tal vez la práctica de los deportes de montaña sea un inductor para el desarrollo de este tema. Desde el índice el lector se enfrentará al despliegue temático que nos entrega el autor dividiendo el libro en 3 grandes temas:  un nuevo paradigma, tanto desde el punto de vista del encuentro de la empresa con el mercado como también la descripción de un nuevo animal político y la nueva relación existente en un mercado actual  dónde el  entorno VUCA (volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad) es reemplazado por el BANI.(momentos quebradizos, ansiosos, no lineales e incomprensibles.) La segunda parte del libro se focaliza en las tendencias actuales y los desafíos empresariales de hoy lo mismo hace con las tendencias sociales y tecnología. La tercera y última parte del libro titulaba desafíos, interpela al lector en la construcción de una sociedad dónde nace un nuevo rol y paradigma. El nuevo desde parte en un lugar más allá de la legislación dónde la frontera y su fin se transforman en el inicio de  nuevas reglas de convivencia y relación entre el ser humano y su entorno. Este nuevo rol donde el autor dedica varias páginas, el lector puede transitar desde la visión de emprendedores y grandes empresarios hasta reflexiones de CEOS que se ajustan más a la de un político o un revolucionario, como la siguiente: «mientras a la compañía le va bien, es absolutamente obvio que grandes partes de la sociedad están quedando abandonadas». El descubrimiento de “ser pobre es caro” realizado por José Manuel Moller después de experimentar de primera fuente cómo se vivía en condiciones de pobreza dio como resultado la creación de su proyecto al Gramo. Las empresas deben tomar partido, deben nacer de necesidades sociales que busquen el mejor vivir. La  sociedad es responsable de formar emprendedores con mirada de 360º en el tiempo y el sistema.  

Este libro es indispensable como lectura, es un material de trabajo para empresarios ejecutivos estudiantes y  políticos. El contenido escrito en 276 páginas hace justicia  a su nombre Public inc. y la lucidez del autor. El lector se encontrará con un ensayo que invita a la reflexión y al análisis de una sociedad que comienza a velar por su supervivencia.

 

Nicolás Fontaine 

5 de agosto 2021

Faro De la Nueva Extremadura 

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