¿Se ama a uno mismo?, ¿será posible tener una relación con el yo? Esta es la pregunta que subyace en todo libro de Vikrant Sentis. El fin de la autoestima publicado por Urano es un libro que aborda el amor desde la perspectiva del yo y su relación con su historia, su presente y el futuro.
Sentis, nos deja clara su postura, uno podrá entenderse o bien trabajar su yo, reencontrarse con su historia y de lo que estamos hecho, pero ¿quererse?, es una postura equivocada para el autor, el amor y el afecto deambula y es construido por dos o más personas, el amor necesariamente en todas sus formas necesita a otro, incluso la religión plantea un amor profundo a otro que puede estar en uno, pero no soy yo, es la obra de Dios.
De acuerdo con William Edward Morris y Charlotte Brown, originalmente la idea de un amor propio positivo, que posteriormente fue llamado autoestima, apareció alrededor de 1700, a partir del trabajo del filósofo David Hume. Posteriormente, hacia finales del siglo XIX la noción de la autoestima como una categoría psicológica propia dentro de la construcción psíquica de sí mismo, provino de los escritos del psicólogo estadounidense William James. De hecho, y fue él quien acuñó el término hacia 1890.
La idea del alma inmortal es una herencia directa de la filosofía platónica, recogida en parte por Aristóteles en la noción de actus premium, una representación del sí mismo, del ego individual que sobrevivirá a la muerte para estar con Dios en el paraíso.
El narcisismo al igual que la privación del placer también son tópicos que el autor le dedica páginas, mencionando al psicoanálisis como responsable de poner en el mapa cultural la noción del narcisismo. El autor también aborda la mirada del Renacimiento y la influencia de Maslow fundador de la psicología humanista. La autoestima es una vivencia que permite a una persona ir hacia la autorrealización, nos dice, del desorden al orden y a un nuevo desorden, nociones que se estrellan de frente con el concepto freudiano de pasividad ante el Mundo interior y el entorno, en donde el organismo es afectado por el exterior y lo que en realidad busca es la reducción de la tensión por el displacer que está le provoca. En este sentido la autorrealización planteada por el autor se asemeja a un proceso creativo convencional.
El proceso evolutivo como la orientación básica de todo ser vivo, el auto sustento también es analizado desde la perspectiva de la autorrealización y la autoestima, y enfocándose que todo organismo busca primero su propio bienestar, de satisfacción y supervivencia; Y luego que esta dimensión se encuentra con un alto nivel de resolución, este se orienta hacia los demás con la intención de asistir a quienes pueda necesitar ayuda.
La falta de resolución de las necesidades propias del yo nos limitan a focalizarnos en las necesidades de otros. Por lo tanto, podemos afirmar que la orientación primaria de todo organismo vivo es egoísta, es decir, autocentrada. Esto hace que la insistencia en el abandono de las conductas egoístas sea fútil, nos dice el autor.
Quererse a uno mismo: un nuevo mandato cultural. Nuestra vida actual nos exige y nos demanda el desarrollo de un amor propio generando una tensión emocional, pues la demanda externa distancia nuestra realidad con el ideal alcanzar.
El psicoterapeuta y autor de este libro, que además es el fundador del centro experimental para el desarrollo humano en Chile y docente universitario, estructura un índice, desde la historia y la herencia personal, pasando por el conflicto de lo que somos y nuestra realidad; para posteriormente, sumergirse en relaciones afectivas y como ellas construyen nuestra autovaloración y su explicación de lo que es el amor propio y su experimentación.
Tal vez el siguiente párrafo sea la tesis del libro:
“Lo que ha ocurrido es que al surgir la noción del amor propio, e inconscientemente lo que hemos hecho es trasplantar el método utilizado para alcanzar los ideales judeocristianos, con un alto nivel de autoexigencia y autocrítica, el de quererse a uno mismo. De pronto, ahora debo amarme, tengo que quererme a mí mismo, de lo contrario no lograré nada en esta vida.
Y aquí es donde me encuentro con el problema psicológico básico que anunciábamos: la distancia entre mi realidad y cualquier ideal constituye una fuente de angustia, de sufrimiento. Y si aquello que me exijo y me exijo, y finalmente, no me resulta, me observo a mí mismo y no calzo con mis propias expectativas que están creadas culturalmente, por lo que, de manera inevitable empezaré a destruirme a nivel emocional asumiendo una actitud de autocastigo y derrota.”
Este libro es para guardarlo y volver a él, para encontrar un hilo en cada pagina y tirar la madeja. La dicotomía del ser humano es abordada desde variadas manifestaciones culturales: La lingüística, la estructura social, y sobre todas las cosas la evolución personal de nuestra conducta. Sea valiente, siéntese y lea para encontrarse y entenderse, lea para ser mejor.
Gracias Vikrant Sentis
Nicolás Fontaine
Faro de La Nueva Extremadura
30 de abril 2023