Nuestros sentidos (5) están unidos, sin embargo, vivimos porfiadamente, ocultando o bloqueando nuestra capacidad de escuchar. En un mundo incapaz de callarse, la escucha aparece como un bien escaso y preciado. Es que no me escuchas, le dice un niño a su padre. Dejamos de escucharnos, se dice una pareja a punto de terminar. Los políticos no escuchan y los profesores tampoco. El poder, el arte, la ciencia y tantos otros dejan de escuchar.
La palabra escuchar viene del latín auscultare (aplicar la oreja). Depositar nuestra oreja para que el oído trabaje, eso requiere silencio. Cuando dirigía teatro lo que más me importaba era el silencio y como lo interrumpiríamos en la escena, el silencio es infinito, la nada es el origen. ¿Qué tanto escuchamos? Poco, cada vez menos al parecer. El ruido interrumpe el libre movimiento de nuestra mente. Nuestra propia naturaleza está obstruida y nuestro tiempo carece de espacios para conocernos y escuchar.
Julia Cameron es un referente a nivel internacional. Su proyecto “el camino del artista”, aquí les dejo un anota de su libro, ha sido experimentado por personas de todo tipo: artistas, empresarios, estudiosos, políticos, ejecutivos, profesionales, profesores y muchos otros. Julia se introduce en el arte como un medio para encontrar el propósito de cada lector y asistente a sus talleres. El arte de escuchar de Aguilar busca descubrir una creatividad más profunda y plena como nos dice la autora.
Quien no escucha, no conversa. En 228 páginas la autora se introduce en el silencio, ella busca el medio y los espacios para que esto ocurra. Así como en el camino del artista nos habla del gozo de los cuadernos de escritura, diría aquí Cameron nos habla del momento del artista, un espacio personal dedicado a satisfacer un encuentro con uno, este puede ser: caminar, escuchar, música, jugar, conversar detenidamente con una persona. Cameron nos insta con variadas metodologías durante seis semanas, encontrar y desarrollar la escucha. Cada semana tiene una historia y un ejercicio para el lector y cada una se enfoca en distintas escuchas como: nuestro entorno, los demás, nuestro yo superior, el más allá, nuestros héroes y el silencio.
Pasar el tiempo basándonos en nuestras prioridades es un lujo, quien lo tiene es rico, quien no es un esclavo de sus acciones. Escuchar es un vacío difícil de conseguir. Mientras más lo hacemos, menos hablamos. Todos debemos escuchar de manera activa, debemos dejar de pensar que diremos cuando mi interlocutor termine.
El arte de escuchar contiene herramientas de trabajo que desbloquean la creatividad. Julia Cameron lleva una vida en esto, una vida escuchando.
Escuche y léalo.
Nicolás Fontaine
Faro de La Nueva Extremadura
8 de marzo 2023