Reacción a la lectura «Cuando íbamos a ser libres»
Fortuna muy grande y muy rara es la de un pueblo que puede pensar lo que quiere y manifestar lo que piensa con toda libertad.
Tácito
En el devenir del tiempo el hombre siempre a buscado resignificar sus propios contenidos frente a las grandes interrogantes como la vida la muerte y su trascendencia. La sociedad moderna nace con la industrialización y el remezón cultural de la revolución francesa que planteo una nueva concepción de libertades individuales y colectivas, en Chile a pocos años de esta revolución comenzaba una nación nueva con cuestionamientos profundos de lo que se entendía por libertad y la importancia de su alcance.
Cuando íbamos a ser libres, documentos sobre libertades y liberalismo en Chile (1811-1933), libro del fondo de cultura económica y la universidad Adolfo Ibáñez reúne más de 60 documentos que refieren a las ideas de libertad y al liberalismo como corriente política en Chile desde la independencia hasta las primeras décadas del siglo XX. Esta atractiva selección nos trae al presente temas tan contingentes en el fondo de nuestra discusión actual.
¿Qué es la libertad hoy?, ¿es necesario definirla?, ¿podemos aplicar este concepto al estado al mercado al hombre y a la sociedad?, ¿nuestros candidatos a la constituyente tendrán dedicación exclusiva para reflexionar, dialogar buscando acuerdos?, ¿contarán con tiempo para estudiar y construir el mejor de los acuerdos posibles?, me temo que no, y espero estar del todo equivocado.
La compilación realizada por Susana Gazmuri, Juan Luis Ossa, Francisca Rengifo, Claudio Robles y Andrés Estefane dónde este último es su editor, se sumergen en discursos del parlamento, diarios de la época, escritos, artículos, debates, presentaciones de libros y tanto formato escrito que permita recopilar el pensamiento de los liberales entre los años 1811 y 1933. La lectura espléndidamente guiada por los recopiladores y autores dejan ese sabor de quién busca en recovecos las razones que inspiran los contenidos de su tiempo, los que hurgar sin temor en su propia historia en otras personas y en otro tiempo, de aquellos que creen en la historia como instrumento de formación y libertad. La lectura nos muestra un siglo XIX que busco incansablemente una concepción de libertad cívica, una quimera para algunos. Otros pretendieron darle al colectivo su significante, y los vencedores pensaron en una libertad direccionada y regulada desde las cúpulas del poder. Las libertades de estas primeras décadas del S.XXI se plantean como las necesidades personales, centradas en la relación del individuo con su espacio dejando este último sin significado colectivo si no más bien como un bien material donde el país es o más bien debe ser algo que no moleste y no interrumpa las libertades individuales. Pues, las libertades colectivas están sujetas a la percepción individualista de la libertad. La joven nación chilena del siglo XIX buscaba la libertad en una forma de vida que debiese ser construida entre todos, los liberales de esa época nos dejan con la sensación de que fueron callados o más bien desplazados por querer pretender un país que buscara primero que toda la libertad como el valor común de una nación. Como dice uno de sus autores “La superación de la condición colonial fue una experiencia central para comprender bajo qué términos se comenzó a conjugar aquí y en todo el continente el lenguaje de las libertades”
Algunas frases que cautivaron mi lectura las comparto con el fin de difundir un libro esencial para cualquiera que quiera discutir sobre el período de la historia quién nos toca vivir. Estas frases son:
“No olvidéis jamás que las diferencias de rangos y clases fue inventada de los tiranos, para tener los nobles otros tantos frenos con que sujetar en la esclavitud al bajo pueblo, siempre amigo de su libertad; y ya estamos en el caso en que ellos deben cumplir con esta ruin obligación”.
“La libertad de prensa se pone bajo la Suprema tuición y cuidados del Senado, quien todos tiempo debe responder al Gobierno y a los chilenos del encargo más sagrado que le ha confinado la patria. Un senador, nombrado por su cuerpo, es especialmente comisionado para velar sobre la libertad, y sin su audiencia no podrá condenarse alguno por haber abusado”
“La independencia de la razón y la libertad de escribir son la salud del género humano”
“Todo se nos concede hacer, menos aquellos que redundaría en daño común”
“La unidad significa soberanía”
“Y no es la libertad el interés más caro que tiene el hombre”
“No existe palabra que haya causado tantos enormes horrores a la especie humana como la de la libertad, y lejos de ser una garantía de las personas y propiedades de los pueblos ha servido en muchos lugares para sus cadenas y destrucción”
“Tal es la libertad, y tal su delicadeza que el lugar donde no existe el orden y la virtud no existe ella”
“La libertad natural cesa de ser agente libre de la voluntad, y es reconocida como agente de la sociedad con el título de libertad civil”.
“Si al hecho contrario a la ley se añade evidentemente la intención de infringirla, el grado de la culpa será mayor, el delito es una declaración de guerra a todo el género humano, el delincuente debe ser considerado como un verdadero enemigo de la sociedad al que pertenece”
“La Constitución es un espacio que regularice la acción del poder, y trabe su tendencia invasora; y la pronta y arreglada administración de Justicia.”
Frente a un Chile que comienza un proceso constituyente, estamos previo a una elección de candidatos de variados sectores que buscan ser electos y plasmar ideas nuevas para nuestro futuro. El reconocimiento histórico realizado por los autores de este libro es un gesto de nobleza en tiempos donde la apropiación del trabajo del otro queda impune, dice Andrés Estefane editor del libro. Los candidatos diariamente se presentan en franjas publicitarias en distintos medios sus discursos rebalsan espacios comunes, son autores de un amplio mar que carece de profundidad. Una propuesta casi sin sueños ni lógica con ausencia de sentido común. El hedonismo propio de las redes sociales pareciera ser el fondo de muchos de ellas y ellos. No basta con tener ideas, o ser un buen profesional, ser un rostro conocido no te faculta para competir. Desde el origen de la patria se discutían las diversas formas de Gobierno como señala la Aurora de Chile, Santiago 28 de mayo de 1812. “La formación de una Constitución es la obra maestra de los grandes genios; que exige una filosofía profunda, una consumada prudencia, y vastos conocimientos de la historia”. La filosofía profunda esta ausente, y la prudencia sumada a los conocimientos de la historia en algunos casos parece ser despreciada por candidatos de distintos sectores.
Los liberales han sido poco entendidos o escuchados en nuestra historia, y en los últimos años han sido caricaturizados por sus oponentes como tolerantes en lo moral, derechistas insípidos, blandos y carentes de carácter. Frases como, La política es sin llorar, muestran la carencia de humanidad que existe entre muchos políticos.
Los hombres y mujeres de nuestro Chile queremos ser el eslabón de un constructo social, nada de eso será posible si no somos libres. Este libro es un aporte a la entidad de una libertad que nos trasciende individualmente. Antes de votar léalo y le aseguro que cuestionara a su candidata o candidato.
Nicolás Fontaine
13 de abril
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