La idea del despojo escénico nació pues todo lo que estos hombres y mujeres soñaron estaba destruido. Solo quedarían los sueños rotos y el anhelo de una patria mas justa.
El silencio sería la puerta de entrada al caos, solo quedaría la palabra y el actor. Difícil seria el encuentro entre el actor y su actuación.
¿Claudicar frente a la historia? ¡Sería lo mismo que al teatro!